jueves, 8 de octubre de 2015

EDVARD MUNCH: EL HORROR, LA LOCURA, LA MUERTE.

Edvard Munch

Buen día.
Nuevamente el MUSEO THYSSEN-BORNEMISZA nos ofrece la posibilidad de contemplar la obra de uno de los pintores mas emblemáticos de la historia universal: el artista noruego EDVARD MUNCH (1863-1944).


La exposición, que inaugura el otoño, en la temporada del antedicho Museo nos ofrece un puente de conexión para conocer y profundizar en la relevancia de una obra, poblada de sentimientos, nacidos desde lo mas profundo de un corazón humano, lacerado, dolorido, destrozado, y que nos habla con imágenes de lo que fue la vida de Edvard Munch.

Melancolía

Atardecer

Inaugurada el pasado 6 de octubre y hasta el próximo 17 de enero el Museo Thyssen-Bornemisza nos invita a contemplar el universo de este creador excepcional.
De todas sus obras es de todos conocido "El grito", del que el pintor noruego hizo cuatro  versiones diferentes al óleo y una más sobre papel.

Desnudo femenino de rodillas

"El grito" forma parte de la exposición que se compone de 80 pinturas y grabados, que integran la exposición "Edvard Munch. Arquetipos", de las que la mitad son cedidas por el Munch Museum y el resto por colecciones privadas.
La comisaria de la muestra Paloma Alarcó nos hace partícipes de las numerosas historias que Munch intentó hacer ver, contar, a través de su pintura; todas ellas emociones que nos hablan de soledad, ansiedad, pasión, angustia, y sobre todo, de sus obsesiones. Obsesiones que no son únicas y exclusivas de Munch, sino de toda la Humanidad; es ahí donde radica el éxito de su obra. Todos y cada uno de nosotros, al admirar alguna de sus obras, vemos reflejado en sus trazos, hechos de nuestras vidas, momentos cruciales que nos marcaron para siempre. Esa fue y sigue siendo la virtud de la obra de Munch, nos ofrece la angustia del mundo entero.

El grito

Madonna


Edvard Munch nació el 12 de diciembre de 1863, en Loten, una granja situada en el condado de Hedmark, en Noruega, falleciendo el 23 de enero de 1944, en Ekely, en el fiordo de Oslo.

Fue la suya una vida larga, pero en la que sobrevivió a la peor de las angustias, al pánico, ello desde el punto de vista psíquico; físicamente, su salud se vió seriamente resentida por la bronquitis y el alcoholismo.
La palabra que mas se acerca o por la que puede ser definida, en conjunto, la trayectoria vital de Munch es la de "traumática". 
Sus propias palabras nos hablan de lo que fue esa infancia, juventud, que hicieron de él una persona copada por la angustia.

Pubertad


Mujer vampiro en el bosque


"Enfermedad y locura fueron los ángeles negros que custodiaron mi cuna... Desde el momento de mi nacimiento, los ángeles de la ansiedad, la preocupación y la muerte permanecieron a mi lado, me seguían cuando jugaba al sol de la primavera y en la gloria del verano. Ellos estaban conmigo por la noche, cuando cerraba mis ojos y me amenazaban con la muerte, el infierno y la condenación eterna. A menudo me despertaba y me encontraba asustado en mi habitación preguntándome: ¿estoy en el infierno? desde entonces me han seguido durante toda mi vida. Aprendí pronto todo acerca de la miseria y de los peligros de la vida, y acerca de la otra vida, acerca del castigo eterno que esperaba a los hijos del pecado del infierno... En mi infancia fui tratado injustamente, sin mi madre, enferma, y con la amenaza del castigo del cielo pendiendo sobre mi cabeza" .

Autorretrato ante la fachada de su casa


Terribles, dolorosísimas palabras las de Eduard Munch que le definen, que nos lo identifican como persona, y que justifican y dan plena luz sobre su obra.

Ansiedad


Nada mas lejos de la realidad, la vida de Munch fue traumática, hasta axfiante, educado estrictamente por un padre puritano, mientras la muerte de la madre llenaba espacios vacios y su hermana Sofía sufría tuberculosis. Una infancia desgraciada que hizo de Munch un hombre perturbado que odiaba a las mujeres
Una infancia llena de dolor, de sufrimiento, como bien plasmó en su obra "La niña enferma", de la que hizo varias versiones.
Pinturas que tratan la enfermedad, la muerte, con pinceladas con forma de gruesas líneas, que nos dan la sensación de que chorrean por sí mismas, que escapan del cuadro, como huyendo del horror. Una pintura agresiva, para la que se servía no solo del pincel, sino también del cuchillo, empleándolo para abrir los huecos de los ojos, remarcar el cabello.

Agonía

Cenizas

Y sin embargo, entendía su trabajo como una forma de estudiar, diseccionando el alma, intentando explicarse el sentido de la vida, de su vida. Los sentimientos, como la soledad, la melancolía, la pasión. Desde sus propias experiencias va trazando unas líneas emocionales que como él mismo llegó a afirmar "no pinto lo que veo, sino lo que vi".

Golgotha

Edvard Munch, iniciada la primera década del pasado siglo XX, era ya un pintor bien considerado en Berlín, era un pintor de éxito. Si bien son frecuentes sus crisis nerviosas, sus mas que continuas estancias en sanatorios, y sus curas, reiteradas, de alcoholismo, que las alterna con diferentes exposiciones en ciudades como Berlín, Frankfurt, Colonia, Paris, Londres, Estocolmo, Hamburgo, Lübeck, Helsinki y Copenhague. Ni siquiera una de sus crisis, que le mantuvo medio cuerpo paralizado, hacia 1909, consigue impedir que vuelva a Noruega y deje de trabajar. Una exposición celebrada en Colonia y organizada por la Liga Independiente de Amigos del Arte y Artistas de Alemania Occidental impulsa a Munch a la altura de grandes artistas consagrados como Cézanne, Van Gogh y Gauguin. 
Mas es en el año 1927, cuando la National Galerie de Berlín le dedica una retrospectiva, en la que incluye mas de doscientas obras. Desgraciadamente, con la llegada del nazismo, su arte sería considerado "degenerado" por el régimen.

Matin

Entre sus obras mas destacadas óleos que reunió bajo el nombre de El Friso de la Vida: Pubertad, Celos, Vampiro, El Beso, Madonna, Esfinge, Ansiedad, Melancolía, La danza de la vida, Cenizas y El Grito.
Sus pinturas son poesías que nos hablan de la vida, del amor y de la muerte, eternas constantes, que exploran el corazón y la mente de los seres humanos.

Separacion

Celos

Es de significar el hecho de que el Museo Thyssen-Bornemisza, es el único museo español que tiene entre sus colecciones obras del pintor noruego, que no solo destacó como pintor, sino también como grabador, porque Munch fue un magnífico grabador, y un pionero en esta técnica.
La muestra que tenemos la oportunidad de disfrutar nos lleva por las distintas facetas de la pintura de Munch, desde el impresionismo, al simbolismo mas radical, en el que abunda la intensidad y los tonos suaves que llevan al espectador a la contemplación de paisajes, y hasta la etapa final, cuando la pincelada se convierte en enérgica y colorista, dando como resultado cuerpos desnudos, que tienen fundamentalmente como protagonista a la mujer.

Mujer en tres etapas

La niña enferma

Como consecuencia de determinadas experiencias que él mismo calificó como orgiásticas, Edvard Munch llega a interpretar el amor vinculado para siempre al dolor, imaginando a una mujer que ama, para después traicionar. Sus sentimientos son ambiguos, mas no nos dejan indiferentes, pues como complemento a la exposición, descubrimos que Munch escribió, durante toda su vida diferentes diarios, poemas, relatos y cartas. Ello lo podemos descubrir en Nórdica, un volumen, que destaca por la belleza de sus ilustraciones, y que reúne recuerdos de su infancia, estados de su alma, reflexiona sobre los distintos aspectos del arte y nos descubre su pasión por Velázquez.
Edvard Munch anticipó el arte moderno sirviéndose para ello de la combinación de diferentes materiales y técnicas.

Muchachas en el muelle

Fue la suya una vida solitaria, la que llevó desde 1916, retirado del mundo en Ekely, en su casa de los fiordos. En 1930, sufrió una hemorragia en su ojo derecho. Ello le afectó a la visión produciéndole sombras, puntos y manchas. A sus miedos presentes a lo largo de su vida, unió el de quedarse ciego.
Curiosamente, uno de los últimos cuadros que pinto es su autorretrato con un reloj de pie y su cama, y en el que la estilizada figura toma la forma de un anciano cuyos ojos son dos cuencas vacias. Pese a ello, jamás dejó de trabajar, legándonos un total de 1800 óleos, cientos de grabados y muchos dibujos.

Autorretrato

La ciudad de Oslo se convirtió, tras su fallecimiento, en la heredera de toda su obra, que desde 1963 tiene su sede en el Munch Museum y en la National Gallery.

La madre muerta

Los amigos del arte, con mayúsculas tenemos una cita ineludible con el Museo Thyssen-Bornemisza, en Madrid, en esta retrospectiva, la primera en España, y que desde el 6 de octubre de 2015 al 17 de enero de 2016 nos espera, con una oferta mas que extraordinaria: EDVARD MUNCH, ARQUETIPOS.

Museo Thyssen-Bornemisza

BUEN DIA A TODOS


Blog incorporado al 
Directorio Hispano de las Artes

Fuentes: Metropoli-El Mundo.
Babelia. El Pais.
Descubrir el Arte.

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