sábado, 10 de octubre de 2015

SALLY MANN: LA EXPLORACION VITAL.

Bellísima mirada la de Sally Mann

Buen día.
Hoy nos volvemos a dejar seducir por una de las disciplinas artísticas que mas seguidores tiene; tanto por espectadores, como por creadores, la FOTOGRAFÍA, es una mas que maravillosa expresión de las emociones humanas, momentos, instantes captados que nos ofrecen la posibilidad de explorar no solo en el aspecto externo, sino en el interior de las personas, de las cosas, de los sentimientos.
Esa idea, la de la exploración de los sentimientos, es una constante en muchos fotógrafos, para lo cual se sirven de innumerables y diferentes medios y métodos.




Con nosotros, nos acompaña la figura indiscutible de una fotógrafa excepcional, la norteamericana SALLY MANN, nacida el 1 de mayo de 1951, en Lexington (Virginia), ciudad en la que aún reside, casada con Larry, abogado, y padres ambos de tres hijos: Jessie, Emmett y Virginia, con la particularidad de que éstos tres últimos han sido y son protagonistas de muchas de sus instantáneas.

 Sus hijos


Esta mujer consigue, por medio de su objetivo, captar las emociones con una pasión tan evidente, tan aplastante, que son muchos los que se han sentido cautivados por sus imágenes. Es la suya una visión de un mundo intimista, y, a veces, alguna que otra de sus fotografías han sido duramente criticadas. Mas ello no impide que su trayectoria sea del todo brillante, y esencialmente, vital.




Estudiante de fotografía en la Praestegaard Film Scholl (1971n la Aegeon of Fine Arts 1972), se graduó en 1974, en el Bennington College.

Es la suya una mirada hasta cierto punto subversiva, que desató, allá por los años 90, protestas de grupos cristianos ultraconservadores, e incluso, la acusaron de pronografía.
Mas su trabajo, amén de atraernos poderosamente la atención por la técnica que utiliza, lo hace también por su temática, sirviéndose del paisaje, el retrato -muy importante, en su obra-, la mortalidad y esa mas que singular belleza que siempre ha impactado de los EE.UU. del Sur, situando una de sus preferencias en el interés por la vida y la muerte.



Si bien en su fotografía podemos encontrarnos con algunas obras en color, es fundamentalmente, el blanco y el negro el mas utilizado, sirviéndose, asimismo, del colodión húmedo como técnica para con toda su obra, siendo sus tomas realizadas con cámara de gran formato analógica.
La importancia y la validez de su trabajo lo corrobora el hecho de que tanto el Museo Metropolitano de Nueva York como la Colección Corcoran tienen obras suyas entre sus fondos. Y  a ello unimos el hecho de que la revista "Time", en julio de 2001, le entregó el premio a la Mejor fotógrafa norteamericana.




Sally Mann aborda su concepción de lo que es el trabajo fotográfico como una forma de hacer llegar al público, en general, su visión de la sociedad, en distintos y variados aspectos, entre ellos su percepción de la sexualidad y de la muerte. A través de sus ojos, Sally Mann nos muestra un mundo, el suyo, que es como muchos otros, familiar, cercano, a veces, triste, otras, marcado por instantes felices. Su mundo, pese a ser eso, interior, es provocador, por el sencillo hecho de muestra todo lo que de desconcertante puede albergar la condición humana.



Si hacemos un pequeño recorrido por su trayectoria, debemos detenernos en su libro "Immediate Family", que nos ofrece diferentes fotografías, realizadas de su familia, entre los años 1984 y 1994, cuando residían todos ellos en una granja y nos muestra, de forma espontánea y natural, el desarrollo y crecimiento de sus hijos, abordando los mas variados aspectos de la infancia, pubertad y adolescencia de éstos.



En otro de sus proyectos titulado "At Twuelve: Protraits of Young Women", (1988), se detiene en explorar la adolescencia, pero esta vez, teniendo como modelos a jóvenes de su entorno. Una de las fotografías mas reproducidas y conocidas de Sally Mann, y que, en su momento, causó provocación, fue la de su hija Jessie, en la serie "Candy Cigarrette", pues nos posa la mirada en una adolescente fumando un cigarrillo.



Mas lejos de renunciar a la temática provocadora por la naturalidad con la que muestra al público su propia vida y su familia, Sally Mann ha querido siempre manifestar que su deseo es inmortalizar a sus hijos, con escenas llenas de cariño, sorpresa, dar expresión a cómo sus cuerpos van creciendo, y todo ello, unido a etapas o situaciones por las que todos pasamos en la vida, los juegos, los enfados, e incluso, la enfermedad.



Es precisamente, la enfermedad, otro tema recurrente en su obra, tal y como resulta de su serie "Proud Flesh", y que tiene como protagonista a su marido, afectado por una enfermedad incurable: distrofia muscular. A través de su fotografía, Sally Mann nos va mostrando lo que es el dolor, el sufrimiento, la vulnerabilidad del ser humano. En esta serie, trabajó mas de seis años.


La siguiente serie que merece una mención especial es la que se incluye en el proyecto "What Remains", en el que mediante una serie de fotografías nos ofrece imágenes de la descomposición de cuerpos tanto de animales como de seres humanos, e incluso, nos ofrece documentos inéditos de los campos de batalla de la Guerra Civil Americana.




En Sally Mann y en su fotografía se mezcla de forma extraña, incluso misteriosa, lo que es la existencia vital que explora desde los mas diferentes objetivos hasta la decadencia o destrucción física. Y todo ello, lejos de ofrecernos una mirada dolorosa, que, a veces, lo es, definitivamente, también nos señala la belleza de la vida, en todo su esplendor: la infancia, la juventud, la adolescencia, la sexualidad, explorados desde el punto de vista mas hermoso, y provocador, porque la belleza es, sin lugar a dudas, "provocadora".





BUEN DIA A TODOS

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Directorio Hispano de las Artes

Fuentes: Wikipedia.
La Mirada subversiva. Sally Mann

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