viernes, 5 de agosto de 2016

NATURALEZAS MUERTAS.- LA BELLEZA DEL MUNDO NATURAL.



Naturaleza muerta con manzanas y peras

Buen día.


Hoy nos centramos en un tema que tiene muchas posibilidades en cuanto a la expresión de su concepto, toda vez que las naturalezas muertas, en pintura, se concretan tanto en objetos que son propiamente de la naturaleza como en otros artificiales, y a menudo, se combinan ambos.

Fue precisamente en Francia donde a se utilizó por vez primera este término bajo la denominación de "Nature morte". También se las reconoce bajo el nombre de "bodegón". 


Bodegón de Banquete: Abraham van Beyeren


Bodegón, Cristóforo Munari (1667-1720)


En este sentido esta forma de expresión artística utiliza el diseño, el cromatismo y la iluminación con la finalidad de producir un efecto de especial serenidad, bienestar y a la vez armonía.
Antes de 1700, los bodegones tenían un cierto contenido religioso o alegórico a tenor de los objetos que eran representados. No obstante, en la actualidad los bodegones o naturalezas muertas llegan incluso a romper la bidimensionalidad y emplean, para ello, técnicas tridimensionales, incluyendo imágenes generadas por ordenador, sonido e incluso vídeo. 

Bodegón con cráneo
(Símbolo de la mortalidad y la fugacidad de la vida)

Podemos remontarnos a las tumbas del antiguo Egipto, a las pinturas murales de la Antigua Roma y a los bellísimos mosaicos de Pompeya y Herculano.
Fue precisamente en el siglo XVI cuando la comida y las flores volverán a aparecer como símbolos de lo que son el paso de las estaciones y la importancia de los sentidos.


Bodegón en Pompeya

Uno de las mas significativas naturalezas muertas, si bien, no del todo convencional es el cuadro de Zurbarán Agnus Dei, datado entre 1635 y 1640, que es un óleo sobre lienzo del que podemos disfrutar en el Museo del Prado.
En dicha obra nos encontramos con una naturaleza muerta que está representada por un cordero, atado y preparado para que lo maten, siendo éste un mensaje por el que se hace referencia a la muerte de Cristo. Detalles como la lana se nos ofrecen tan nítidos, tan evidentes, que dibujan perfectamente, el cuerpo del animal. La luz, proviene de la izquierda de la imagen y ello nos muestra una evidente y notable intensidad entre el cordero blanco y el fondo del cuadro negro.

Agnus Dei, Francisco de Zurbarán
(1635-1640)

Una obra bellísima nos la firma Jean-Siméon Chardin, en 1768, un óleo sobre lienzo bajo el título Naturaleza muerta con pescados, hortalizas, gougères, tarros y aceiteras en una mesa, que nos da la sensación de poder alcanzar con nuestras manos las botellas que se encuentran sobre la mesa, en un efecto prácticamente mágico.



Es así que podemos hacer un pequeño recorrido por distintas formas de manifestación de las naturalezas muertas o bodegones, como la que nos propone Anne Vallayer-Coster, datada en 1789, óleo sobre lienzo que nos ofrece el Museo del Louvre, y que está compuesta por Panaches de Mer, Lithophytes et Coquilles, que fue pintado por su autora cuando ésta tenía solo 25 años, y que fue aceptado para ser expuesto en el Salon de Paris de 1771.
Es sencillamente una delicia como el conjunto está dispuesto de forma que parece que el coral y las conchas fuesen ramitas y flores. También podemos observar esponjas, la indescriptible belleza de las gorgonias, de color malva claro, que se dibuja contra el fondo oscuro, y sin lugar a dudas, la elección de la autora por los azules y rosas nacarados: la concavidad del bivalvo  y el rosa intenso con el que da un aspecto "sexual", a la caracola, de la que destaca su singular brillo.


Mas sigamos nuestro recorrido por las más que variadas y hermosas naturalezas muertas, y nos decantamos por un bodegón cuyo autor es Luis Meléndez, datado en 1772, óleo sobre lienzo, que se encuentra en el Museum of Fine Arts, Houston, su título Bodegón con pan, jamón, queso y hortalizas.



Luis Meléndez fue quizás el mas grande pintor de bodegones del siglo XVIII español, y en sus cuadros nos podemos permitir el lujo de dar un paseo por las cocinas y despensas de su época.
En este caso nos encontramos con la imagen de una merienda de lo más espléndida, en la que las viandas están perfectamente dispuestas sobre una madera gruesa, de la que se definen hasta las pequeñas mellas. La luz que observamos sobre el cuadro viene del lado izquierdo, y resalta, de manera especial, la jarra y los diferentes alimentos preparados para su degustación.

Y ahora, cambiamos completamente de registro y apostamos por una obra de Edouard Manet, titulada Manojo de espárragos, datada en 1880, y que podemos visitar en el Wällraf-Richartz Museum, en Colonia.


La brillantez de Manet es tan especial que le hace destacar en un cuadro tan sencillo como es éste, en el que unas verduras cobran protagonismo. Su tamaño es reducido 46 x 55 cm, y es de destacar los tallos de los espárragos unidos por medio de dos aros dorados de alambre de jardinero. Manet utiliza tonos que van del amarillo limón al azul que le dan un característico colorido a la superficie, en tanto el fondo, aparece sombreado. Y por supuesto, no podemos dejar de admirar la sutileza de las puntas de los espárragos, en tanto los tallos resultan perfectamente definidos, a base de sutiles pero del todo perfectas pinceladas.

Y, para finalizar, que mejor que hacerlo con una naturaleza muerta con flores, en este caso firma la obra Henri Fantin-Latour, con el título Naturaleza muerta con pensamientos, y con la que éste rinde, a su vez, tributo a su esposa, que amén de pintora, fue una magnífica jardinera. 


Es ésta una sencilla planta, cuyas flores se han trasladado a una cesta que va a servir de centro en alguna mesa. Y a su lado, observamos unas manzanas, que destacan por la belleza en su composición y por el tratamiento del color.
Por lo que respecta a los pensamientos, de todos ellos destaca el que, prácticamente, ocupa el centro del cuadro, el amarillo, no solo por su tamaño sino por su vibrante colorido. A la izquierda podemos observar pensamientos negro-azulados, otros, más oscuros a la derecha. 
Mas que una naturaleza muerta, en esta espléndida obra nos encontramos con una explosión de belleza de una naturaleza llena de vitalidad.

Espero, amigos que hayáis disfrutado, como yo lo he hecho, por este recorrido que tiene como temática el bodegón, y para despedirme que mejor que otro bodegón, una delicia, también con la firma de Henri Fantin-Latour.
Con mis mejores deseos.

Vaso di "rose"

BUEN DÍA A TODOS

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Directorio Hispano de las Artes

Fuentes: Wikipedia.
Cómo leer pinturas. H.Blume.

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