viernes, 30 de septiembre de 2016

LA SUCESIÓN DE FIBONACCI.

Leonardo de Pisa


Buen día.

Dedicamos nuestro tiempo de hoy a un tema que hace referencia a una secuencia numérica, la cual está presente en todo lo que es el mundo natural.
Matemáticas unidas a Naturaleza, algo extraordinario, pero el hecho cierto es que la Naturaleza nunca ha dejado de sorprendernos y en un terreno como las Matemáticas resulta que también tiene mucho que contarnos.




En un tratado medieval de aritmética cuyo autor es el matemático de origen italiano Leonardo de Pisa, al que se conoce con el nombre de Fibonacci, y que se nombra como Liber Abaci se hace referencia al descubrimiento de una combinación de números hindúes y árabes, que se llaman "números arábigos"
Este sistema ha llegado hasta nuestros días, tras siglos hacernos partícipes de la superioridad de estos nuevos símbolos números.




Y para hacernos más sencillo su conocimiento e interpretación Fibonacci se vale de un problema basado en la cría de conejos (sí, tal como lo estáis leyendo) para explicar el mismo.
Pues bien, Fibonacci nos presenta inicialmente una pareja de conejos recién nacidos, uno macho y otro hembra, y los sitúa en un lugar cerrado, donde pueden reproducirse transcurrido apenas un mes, de tal forma que, finalizado el segundo mes, la hembra puede tener otra pareja de conejos. De esta forma, los conejos jamás desaparecen y de cada pareja vuelve a surgir cada mes al finalizar el segundo de sus respectivas vidas. Es entonces, cuando Fibonacci se hace este singular pregunta, que no tiene nada de sencilla ¿Cuántas parejas habrá contabilizadas al cabo de un año?



Y para ello vamos a desgranar detenidamente la respuesta:
Una vez finalizado el primer mes, se cruza la pareja inicial de conejos, por lo que entonces solo existe una sola pareja. Finalizado el segundo mes, la hembra tiene una nueva pareja de conejos, de tal forma que en este preciso instante hay dos parejas de conejos. 





Permaneced atentos, porque ahora el tema empieza a complicarse, pues al final del tercer mes, la hembra original tiene una segunda pareja, lo que hace un total de tres parejas. Terminado el cuarto mes, la primera de las hembras ha tenido una pareja más, y la hembra nacida hace un par de meses tiene la suya propia, es entonces cuando nos encontramos con cinco parejas de conejos.
Concluyendo, al final el mes "n" el número de parejas de conejos es igual al número de nuevas parejas (número de parejas  en el mes "n" menos 2"), más el número de parejas del mes anterior (n -1). Este es el enésimo elemento de la sucesión de Fibonacci.




Y ahora pues vendrá vuestra pregunta: ¿Y qué hacemos con tantos conejos?. A simple vista, pues servirían para disfrutarlos como excelente comida, para aquéllos que gusten de su carne, en la botánica y la biología, tal que así funciona el patrón de formación de las ramas en los árboles, la forma en que se disponen las hojas en un tallo, el desarrollo del fruto de la piña, la floración de la alcachofa, la disposición de las piñas en los pinos e incluso la reproducción de las abejas.




Y es que los números de Fibonacci son una secuencia simple que empieza, con el 0, sigue con el 1, y después continua con el 2, 3, 5, 8, 13 y así sucesivamente: cada número es la suma de los dos anteriores.





Dan Brown en su obra El código Da Vinci, se sirve de esta fórmula para abrir una caja fuerte.
La historia ha venido a ponernos en evidencia la relación que existe entre los números y las letras, y su uso místico se conoce como numerología. 
En el mundo occidental, fue Pitágoras, el más que famoso matemático griego, nacido cerca del año 590 a.C. el que estaba convencido de que los números nos hablaban en un lenguaje muy particular, y es del todo cierto que numerosas civilizaciones como los chinos, los griegos, egipcios y hebreos, entre otros, se servían de distintos sistemas en los que los números les hacían valer para predecir el futuro, algo que el ser humano siempre ha querido conocer.





Es así que los números se codificaron con el alfabeto, siendo ésta la fórmula más conocida de la numerología. A cada letra del alfabeto, se le asigna un número del uno al nueve. Y así como cualquier palabra, e incluso frase pueden llegar a descifrarse utilizando este código.

Espero os haya servido este artículo, un tanto diferente a los que os tengo acostumbrados, de conocimiento, para lo cual no he obviado la diversión, porque, sin lugar a dudas, conocer, amén de hacernos libres, nos puede resultar definitivamente divertido.








BUEN DÍA A TODOS

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Directorio Hispano de las Artes


Fuentes: Wikipedia.
Los secretos del Universo. Librero.

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