miércoles, 12 de octubre de 2016

W. SOMERSET MAUGHAM: LA VIDA COMO LA SENTIMOS.

Somerset Maugham


"....el velo pintado al que quienes viven llaman Vida."


Buen día.

Como creo que sabéis aquellos que leéis mis artículos la literatura ocupa un papel fundamental en mi vida, desde mi infancia mis lecturas fueron compañeros inseparables que me enseñaron mucho sobre las personas, los lugares, las emociones, la belleza de todo lo que nos rodea...
Es por ello que hoy me decido a disfrutar con la redacción de un pequeño artículo sobre ese gran escritor, a mi juicio uno de los más importantes del pasado siglo XX, que es WILLIAM SOMERSET MAUGHAM.

Fotograma de "El velo pintado"

La frase que encabeza este post está extraída de "El velo pintado", una de sus mas estremecedoras y bellas narraciones, y es la que encabeza el libro.

WILLIAM SOMERSET MAUGHAM nació en París, el 25 de enero de 1874 y falleció en Niza, el 16 de diciembre de 1965. 
Su obra abarca tanto la novela, como el ensayo, los cuentos e incluso el teatro y fue durante años aclamado por un público que supo apreciar todas y cada una de sus obras. Su larga vida le permitió ser un escritor prolífico, pues nos legó mas de 100 relatos y 21 novelas, amén de diferentes biografías, libros sobre viajes y ensayos. 
El pequeño William fue el cuarto hijo de un abogado que trabajaba en la embajada británica en París, de ahí que siempre se le haya considerado como británico. En su familia, la tradición por la abogacía era algo que se llevaba en la sangre, más William no siguió tal camino, aunque si lo hizo su hermano mayor Frederic.


Siendo el más pequeño de cuatro hermanos nació cuando su madre, Edith Mary Snell, a la sazón tuberculosa, tenía otros tres hijos, que le llevaban bastante ventaja en edad a William, por lo que éste se crió a modo de hijo único. Desgraciadamente, la madre murió cuando éste tenía solo seis años, dejando un gran vacío en su vida, que le acompañó hasta su muerte.
A esta desgracia se unió el fallecimiento del padre, víctima de cáncer, dos años más tarde, y el niño de diez años quedó huérfano, pasando a ser cuidado por un tío, Henry MacDonald Maugham, a la sazón vicario, en Kent. Un hombre del todo apático e incapaz de cualquier gesto de amor para con su sobrino.
Sus estudios le llevaron a la King´s School de Canterbury, donde permaneció interno, siendo objeto de las burlas de sus compañeros, por su baja estatura, a lo que se unió una tartamudez, que desarrolló, evidentemente, consecuencia psicológica de todo lo vivido hasta entonces y que le acompañaría el resto de su vida.


William Somerset Maugham desarrolló un carácter frío y sarcástico, forma de defenderse de todos los que se burlaban de su persona, aunque en su intimidad siempre existió ese niño tímido y acomplejado. 
Fue con 16 años cuando su tío le permitió viajar a Alemania y estudiar literatura, filosofía y alemán en la Universidad Heidelberg. A su regreso a Inglaterra, los planes que su tío tenía preparados se fueron al traste, William no quería ser, en absoluto, un simple oficinista, por lo que después de numerosos enfrentamientos accedió a estudiar medicina en Londres.



Fue una liberación para el joven Maugham conocer y desarrollar su vida, como estudiante, en Londres, una ciudad del todo cosmopolita y que le permitió conocer a personas de todas clases, saber de sus emociones, de su dolor y de su crudeza. Todo ello lo anotaba en una libreta, a modo de apuntes para futuras creaciones literarias.
Con tan solo 16 años escribió su primer libro, una biografía sobre Giacomo Meyerbeer, que no tuvo mayor repercusión. La segunda de sus obras fue Liza of Lambeth, una novela que desarrolla sus raíces en el realismo social y que trata sobre el adulterio en la clase obrera. 
Su expresión contundente y explícita fue reconocida por la crítica y muy aceptada por el público, por lo que Maugham entendió que sus días como médico habían terminado y se decidió a dedicarse a aquello que tanto le gustaba: escribir.


De esta forma empezó a viajar y conocer diferentes países, entre ellos, España, si bien su producción literaria no le proporcionó el suficiente éxito, hasta que en 1907 y gracias a una obra de teatro Lady Frederick, volvió de nuevo a la actualidad, con el reconocimiento del público.
Por entonces, Maugham inició una relación amorosa con Sue Jones, que no llegó a término, pues ésta no aceptó su proposición matrimonial.
Bien es cierto que Somerset Maugham era bisexual, y durante el periodo de la Primera Guerra Mundial estuvo sirviendo a Francia como miembro de la Cruz Roja Británica.
Fue por entonces cuando conoció a Frederick Gerald Haxton, un chico procedente de San Francisco que se convirtió en el gran amor de su vida hasta que falleció en 1944.

Maugham y Haxton

No obstante, Somerset Maugham mantuvo una relación sentimental con Syrie Barnardo, casada con un magnate farmacéutico, Henry Wellcome, de cuya relación nació su hija Mary Elizabeth Maugham. El divorcio de ambos, llevó a Maugham y Syrie a contraer matrimonio, si bien la ruptura, motivada en gran parte por la presencia de Haxton, tuvo lugar entre 1927 y 1928.

Syrie Maugham


Su hija, Mary Elizabeth

No cabe la menor duda que la vida de Somerset Maugham da para un más que un jugoso artículo, pues de regreso a Inglaterra, empezó a trabajar para los servicios secretos, en Suiza, para lo que le sirvió su tapadera de escritor.
Y tanto es así que fue llamado por el M16, entonces, Servicio Secreto Británico, para realizar una misión especial en Rusia.



Mas no perdamos el hilo de su trayectoria como escritor y centrémonos en la novela que publicó en 1915, bajo el título de Of Human Bondage, la que conocemos como Servidumbre Humana, considerada, sin lugar a dudas, como una de las obras cumbres de la literatura del siglo XX, en la que acertamos si afirmamos la existencia de ciertos aspectos autobiográficos.


Su siguiente éxito literario fue una novela que le llevó a viajar al Pacífico, y que tituló The Moon and Sixpense, basada en la vida de Paul Gaughin, y que fue traducida por Soberbia, una magistral narración, en la que el protagonista un burgués agente de bolsa, Charles Strickland abandona de la noche a la mañana a su esposa e hijos, para dedicarse a la búsqueda de la belleza, de la esencia de su arte. La historia le sitúa en Tahití donde malvive y donde muere a causa de la lepra.


De este magnífico libro (permitidme deciros que lo he leído recientemente, una vez más), se llevaron a cabo dos versiones cinematográficas, la primera en 1942, protagonizada por Georges Sanders, la segunda, para la televisión, por Laurence Olivier.




William Somerset Maugham fue el singular ejemplo y digo bien singular, del hombre observador, calmado, con una frialdad especial y una destreza que le llevaron a desarrollar todos y tan diferentes aspectos de su vida.
En la década de los años 30 se compró una villa en Cap Ferrat, la Riviera Francesa, a la que denominó Villa Mauresque, y que fue un enclave de reunión de lo mas excelso de la vida social y literaria de esa década. Más con la llegada de la Segunda Guerra Mundial la abandonó, y se decidió a marchar a los EE.UU.
Fue precisamente donde en Hollywood trabajó en diferentes guiones cinematográficos, amén de dedicarse a dar conferencias, apoyando la causa norteamericana.
Finalizada la guerra volvió a Inglaterra, y después a su casa en la Riviera, donde permaneció, a excepción de los innumerables viajes que realizó, hasta su muerte.



La vida sentimental de Somerset Maugham la volvió a llenar la presencia de un joven procedente de un suburbio londinense, Alan Searle, al que había conocido en 1928. Es un hecho cierto que en el terreno sentimental Maugham jamás llegó a encontrar una tranquilidad emocional, quizá no por su condición de bisexual, sino por las circunstancias vividas en su niñez.



Mas la vida literaria le compensaba y bien, pues su producción era del todo acogida y siempre fue respetado tanto por la crítica como por el público. Era el suyo un pensamiento claro y conciso, una expresión del todo lúcida y que dejaba perfectamente retratado a cada uno de los personajes de sus obras literarias.



Amén de las dos anteriores novelas, Maugham es autor de la famosísima El filo de la navaja (The Razor´s Edge), publicada en 1944, que conoció de su correspondiente adaptación cinematográfica, y cuyo escenario lo sitúa, en gran parte, en la India, y cuyo protagonista busca la paz espiritual, asqueado de todo lo relacionado con las guerras que ha conocido.
Y no podemos olvidar sus relatos o narraciones cortas, como Rain, Footprints in the Jungle y The Oustation.



Uno de sus libros, a mi parecer, leído y vuelto a leer, es El velo pintado, una historia que nos vuelve a situar a sus protagonistas en el epicentro de una epidemia de cólera en China, y con el tema del adulterio como fondo. Inigualable su prosa, y del todo veraz el tratamiento de los personajes, de la situación, en fin, una deliciosa lectura.



Desde el punto de vista de la crítica, Maugham fue siempre mejor escritor de relatos cortos o cuentos que novelista y dramaturgo. Creo sinceramente que el escritor que domina la técnica del relato corto o del cuento es un más que magnífico escritor, pues en un espacio limitado por la extensión del texto debe de plasmar de una forma categórica no solo la identidad de sus personajes, sino el desarrollo de una trama y su resolución. 
Es la mía una humilde opinión, pero como lectora aficionada o mejor dicho, adicta a WILLIAM SOMERSET MAUGHAM lo encuentro del todo cercano, en su calidad narrativa a Guy de Maupassant -que tanto me gusta- e incluso, Chejov, por su perfecta expresión, así como definición psicológica de todos y cada uno de los personajes que se mueven por su universo literario. 

Fotograma de "El filo de la navaja"

Y para terminar, en 1947, Somerset Maugham instituyó un premio literario el Premio Somerset Maugham con la finalidad de conocer el talento del mejor escritor británico menor de treinta y cinco años, y por publicaciones llevadas a cabo en el año inmediatamente anterior. Galardonados con este premio fueron Vidiadhar S. Naipaul, Kingsley Amis, Martin Amis, y Thom Gunn.
A su fallecimiento, en 1965 fue suya voluntad que todos sus manuscritos pasaran al Royal Literary Fund.



"Adquirir el hábito de la lectura es construirse un refugio
contra todas las miserias de la vida"

BUEN DÍA A TODOS

Blog incorporado al
Directorio Hispano de las Artes


Fuentes: Wikipedia.
Biografía, libros y novelas
Mi experiencia como lectora empedernida de Maugham.


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