NO FUTURO
Tan difícil retomar el
tiempo
en el que nuestra historia
conocía de la felicidad,
la austeridad en las
emociones
se ha instalado en
nuestro ánimo
y ha hecho de la
comodidad
una muda forma de vida.
Los abrazos rotos
y los besos de las
escenas de película
hacen de nuestro
presente un canal de noticias.
Tristes escenas las que
presenciamos
permaneciendo
impasibles.
Qué fueron de tantas
promesas de vida plena
si solo me quedan dos
manos para escribir de sentimientos.
Y me ahoga, creándome un
futuro sin concepto.
Ya no habito mi yo, una
sombra ocupa mi lugar,
tratando de ocultarse para
dejar de ser.
Son dos lágrimas de
sangre que brotan de mis ojos
donde solo la oscuridad
susurra en silencio
y se asoma al precipicio
en el que todas las almas
supieron, tal vez, de su
paz.
Rosa Freyre del Hoyo.
El demonio y Eva en el Jardín del Edén
(Felicien Rops)
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