lunes, 13 de febrero de 2017

GRETA GARBO: EL ROSTRO PERFECTO.

La belleza de Greta Garbo

Buen día.

GRETA GARBO la actriz sueca nacionalizada estadounidense es la protagonista de este espacio de hoy, y lo es, en gran medida, por mi admiración hacia su persona, y por ese halo de misterio que rodeó toda su vida.
Con la llegada del cine hablado, muchas actrices que antes habían conocido la gloria con el cine mudo, se apagaron, más ese no fue el caso de esta bellísima mujer, convertida en leyenda, a la que quizá contribuyó su retirada prematura del cine, con tan solo 36 años, en 1941, y tras rodar su película La mujer de las dos caras, dirigida por un gigante como George Cukor.


Fotograma de "La mujer de las dos caras"

Pese a que diferentes cinematográficas estaban interesadas en contar con ella, terminó con el cine de forma fulgurante, baste decir que aparte de la MGM, recibió nada menos que veinte ofertas de la Paramount, la Fox y la Warner, pero nunca regresó.
Con su adiós al cine, también dijo adiós a su nombre público, y pasó a llamarse Harriet Brown, recluyéndose en su apartamento de Nueva York, desde el que salía para pasear, o viajar a sus otras residencias en Suiza y Francia.



Para Greta la cotidianidad vestida de tranquilidad era algo esencial en su vida, necesitaba del auténtico afecto, y no del "artificio" que se vivía en el mundo del cine. 
Era la suya una belleza que se volvía presencia, con un rostro perfecto, y una expresión que albergaba una cierta tristeza.
Un rostro, el de GRETA GARBO, que nunca pasó por una operación de estética, y que no gustaba del maquillaje.

Pero no podemos despedirnos de Harriet, sin conocer la vida, la personalidad y el trabajo que como actriz conoció y con el que nos deleitó GRETA GARBO.



GRETA LOVISA GUSTAFSSON nació el 18 de septiembre de 1905 en la capital de Suecia, Estocolmo, siendo la menor de las hijas de un humilde trabajador de limpieza, que antes había sido agricultor y de Anna Lovisa Karlson, una campesina que desarrollaba, en Estocolmo, labores como empleada de hogar.
La familia residía un barrio humilde, el de Sodermalm.


A raíz del fallecimiento de su padre, cuando Greta era solo una adolescente, las dificultades económicas de la familia se incrementaron, lo que llevó a aquélla a abandonar sus estudios y a emplearse en una barbería, para, a continuación, trabajar en unos grandes almacenes, en los que gracias a su rotunda belleza sirvió como modelo comercial para anunciar diferentes productos, entre ellos, una marca de trajes de baño, que le dio una gran popularidad. Es así como comenzó la carrera de esta gran actriz.




Animada por el éxito de los anuncios publicitarios para los que fue contratada, sintió la necesidad de prepararse como actriz y para ello se matriculó en la Real Academia Dramática de Estocolmo, con la finalidad de aprender interpretación.
Fue en esta Academia en la que conoció a Frans Enwall, profesor de la misma, y que le dio una recomendación para el director Eric Petscher, gracias al que debutó en el cine con la película "Pedro El Tramposo". Corría, por entonces, el año 1921.
De esta forma y asumiendo pequeños papeles fue subiendo peldaño a peldaño hasta que conoció el éxito de la mano del director Mauritz Stiller, el que le recomendó que cambiara un poco su físico, para lo cual perdió varios kilos, y también fue él quien le puso su nuevo apellido: GARBO.




De sus primeros años como actriz ya consagrada, son sus películas "La Expiación De Gösta Berling" (1924), de Stiller y "La Calle Sin Alegría" (1925), de G.W. Pabst, con lo que empezó a ser conocida a nivel popular dentro del mundillo del cine.
Cuando el director Mauritz Stiller fue reclamado por la Metro Goldwyn Mayer, éste aceptó siempre y cuando pudiera contar entre sus actrices con una incipiente Greta Garbo, y ello dio lugar al debut en EE.UU. de la actriz sueca con la película, dirigida por Monta Bell, llamada "El Torrente", en 1925.

Fotograma de "El demonio y la carne"


Durante los cinco años siguientes fueron numerosas las películas protagonizadas por Greta Garbo, como "La Tentadora" (1926) de Fred Niblo, "El demonio y la carne" (1927) de Clarence Brown, "Ana Karenina" (1927), de Edmund Goulding, "La Mujer Divina" (1928), dirigida por Victor Sjostrom (y de la que le quedó el calificativo de "Divina"), "La Mujer Ligera" (1928), de Clarence Brown, "La Dama Misteriosa" (1928) de Fred Niblo, o "El Beso" (1929), bajo la dirección de Jacques Feyder.
Como podemos apreciar Clarence Brown fue su director favorito, y Wiliams Daniels el fotógrafo que mejor supo captar su gélida belleza.


Fotograma de "Ana Karenina"

Evidentemente, tras su llegada a Hollywood, ocurrieron una serie de hechos que vistos en conjunto pueden darnos una pista sobre el por qué años más tarde, Greta Garbo abandonaría el cine; así, quién fuera su amigo y protector Mauritz Stiller no llegó a triunfar en la Meca del cine, y regresó a su país natal para morir muy joven con tan solo 45 años.
En una de las películas antes mencionada "El Demonio y la Carne" conoció al que sería su amante durante algún tiempo, el también actor John Gilbert, si bien era conocido por parte del gremio las preferencias de la actriz sueca por las mujeres, pues tuvo relaciones con Barbara Kent, Paulete Duval, y sobre todo, Mercedes de Acosta.

Garbo & Gilbert, en 1929



Con la llegada del cine sonoro la estrella de Garbo no se vio perjudicada en absoluto, y así lo demostró en "Anna Christie", rodada en 1930. Este mismo año y bajo la dirección de Clarence Brown, rodó la película que le supuso una nominación al Oscar, "Romance", haciendo de Greta una actriz del todo consagrada.

Fotograma de "Anna Crhistie"




Su relación, en cierta medida intermitente, con John Gilbert se vino abajo por el hecho de que con el cine hablado éste ultimo fracasó, dado el tono de su voz, y no tuvo otra opción que retirarse, muriendo dos años después en 1936.
Es curioso, pero tal y como podemos ir observando fueron varias las personas que se acercaron a Greta Garbo, que la amaron y que murieron de forma temprana.



Mata-Hari

El éxito siguió coronando la carrera de Greta Garbo con películas como "Inspiración" (1931), "Susan Lenox" (1931), que rodó junto a Clark Gable. 
Es a partir de este momento cuando la vida cinematográfica de Garbo se muestra en todo su esplendor con obras de la categoría de "Mata-Hari" (1932), de George Fitzmaurice, "Gran Hotel", de Edmund Goulding, "La Reina Cristina de Suecia", (1933), de Rouben Mamoulian, la nueva adaptación de "Ana Karenina" (1935), con su director favorito Clarence Brown, "Margarita Gautier" (1937), dirigida por el excepcional George Cukor, "María Walewska" (1937), nuevamente dirigida por Brown, y en la que Charles Boyer hace el papel de Napoleón Bonaparte, y "Ninotchka" (1939), de Ernest Lubistch.
Tanto por "Margarita Gautier" como por "Ninotchka" fue nominada al Oscar, en los años 1937 y 1939, respectivamente, si bien la Academia de Hollywood le otorgó un Oscar de honor por toda su carrera, en 1954.
Su última película había sido rodada trece años antes, en 1941, "La Mujer de las dos caras", bajo la dirección de George Cukor.


Fotograma "Gran Hotel"

Fotograma "Susan Lenox"

Fotograma de "Margarita Gautier"


Cuando en el año 1941, Greta Garbo anunció su reiterada definitiva del cine, tanto la industria cinematográfica, como directores y actores, pensaron que sería algo temporal, y que incluso podría tratarse de una estratagema publicitaria. Pero nada más lejos de la realidad, Garbo dijo adiós al cine, y jamás volvió a actuar en película alguna.
Y en el caso del Oscar honorífico de la Academia, pues lo aceptó, pero no se presentó a recoger el premio. De la misma forma que cuando el Gobierno sueco le concedió la más alta condecoración de su país en el año 1983, Greta Garbo no quiso regresar a Estocolmo, sino que pidió que fuera el embajador sueco el que le llevara el galardón a su residencia del East Side, en Manhattan.



Quizá uno de los detonantes que la llevaron a abandonar el cine, fue el miedo a envejecer, a perder esa belleza que solo Walter Daniels podía obtener de sus delicados, pero a la vez poderosos rasgos.
La cara de Greta Garbo era única, de una belleza exclusiva para ser fotografiada: era técnicamente perfecta. La distancia entre los ojos era la misma que había de la nariz a la barbilla y también coincidía con la distancia entre el puente de la nariz y el final de la frente. La perfecta armonía del conjunto permitía que pudiera ser fotografiada con total éxito desde cualquier ángulo y con cualquier tipo de luz.



Pero el tiempo no perdona a nadie, y en su retiro, pasaba horas enteras en la cama, leyendo. Su muerte fue causada por una bronquitis crónica, enfisema y problemas de circulación, si bien también se sometía a sesiones de diálisis tres días a la semana.
Greta Garbo murió como Harriet Brown a los 84 años, por fin se cumplió su frase que le dio popularidad "quiero que me dejéis en paz".


BUEN DÍA A TODOS

PURA KASTIGÁ

Blog incorporado al
Directorio Hispano de las Artes


Fuentes: Wikipedia.
Alohacriticón.
20minutos.es



No hay comentarios:

Publicar un comentario