LLÁMALO COMO QUIERAS…
Los dudas se resuelven
por sí solas
si obedecemos a
nuestra pasividad.
No hay ley, orden o
concierto
con la desidia como
eje de nuestras vidas.
Quedan rotos a nuestro
paso
esperanzas, deseos, sueños
e ilusiones,
sin argumentos, sin
motivaciones
sólo somos el reflejo
nocturno en un espejo.
Amantes que se condenan
como verdugos
aún entregados a la
lujuria
sobre el escenario de
una cama vieja y sucia,
gastada por el tiempo
del desuso.
El amor es sólo una
palabra escrita
en un banco de madera
que nos invita a tomar
asiento
y transciende la
eternidad.
Hagamos nuestra esa cruel
melancolía
desde la que se
vislumbran todos los precipicios…..
Rosa Freyre del Hoyo.
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