lunes, 20 de marzo de 2017

EL CARRO DEL SOL. TRUNDHOLM (DINAMARCA)




Buen día.

Dedicamos este espacio tal día como hoy a conocer un símbolo nórdico del ciclo solar: EL CARRO DEL SOL.
Esta más que singular estatuilla que representa a una yegua que tira del sol el que a su vez está situado sobre un carro, es símbolo no solo de crecimiento, sino también de luz y vida, amén, evidentemente del ciclo del sol, entre el amanecer y el anochecer.
El llamado Carro solar de Trundholm -también conocido como Solvognen- apareció en la marisma de Trundholm, cerca de Nykobing, al norte de Zeeland (Dinamarca), siendo el que de mayor antigüedad se tienen referencias, pues se sitúa hacia el año 1.300 a.C.
Fue encontrado el 7 de septiembre de 1902, por un campesino Frederik Willumsen, realizado labores de labranza, quien lo llevó a su casa y se lo entregó a su hijo, pensando que se trataba de un juguete.


Lo que más nos sorprende de esta pieza es la más que sutil técnica realizada a través de la cera perdida en hueco, y pese a que la capa de bronce es muy fina, ello no le impide su total naturalidad, así como tampoco escatima en los detalles de la decoración.
El carruaje solar es una estatua de bronce y otro, que comprende un disco de 25 cm. con una altura total de 59 cm. El equino aparece sobre una estructura con cuatro ruedas, ruedas que también encontramos bajo el disco y que están conectadas al resto del conjunto. En todas las ruedas se observan cuatro radios.
El disco aparece bañado en oro, exclusivamente por una cara, que viene a representar el brillo del sol en su movimiento de este a oeste durante el día; el viaje nocturno, en dirección contraria, de oeste a este, lo simboliza la cara oscura, sin baño, y que evidencia la noche.

Representación con la cara del disco de día

Con la cara del disco de noche

Si nos trasladamos al antiguo Egipto, la barca solar es una representación mitológica del dios del sol, Ra, al que se le considera que navega por el cielo.
El llamado barco de Keops, un navío que alcanza una longitud de 43,5 metros de eslora, fue enterrado en un foso sellado a los pies de la gran pirámide de Guiza, en el año 2.500 A.C. 
Y es un hecho común el que en diferentes tradiciones los dioses solares viajaban en carros, como el dios griego Helios, o el dios Surya, que está representado tirado por siete caballos.


Muchas de las que se conocen como leyendas nórdicas y que han llegado hasta nuestros días, empezaron siendo de tradición oral, y no fue hasta la Edad Media cuando se tiene constancia de su transcripción escrita.
Uno de esos mitos la diosa Sol, encarnaba al sol, y todos los días con su carro se trasladaba por el cielo, tirado por dos caballos, Arvak y Alsvid. Es más es casi seguro afirmar que el carro de bronce de Trundholm podría representar perfectamente al Sol. 
Con el nombre de eddas se conocían los textos nórdicos mediavales, en los que Sol es la hermana del dios de la luna, Mani.




El disco instalado sobre el carro tiene el anverso y el reverso decorado a base de círculos, unos aislados y otros engarzados dentro de espirales combadas, zig-zags, y todo ello repujado. 
Por medio de unas riendas una yegua tira de este disco solar, si bien hemos de resaltar el hecho de que no se trata de un animal de carga, pues tanto sus ojos, maxilares, cuello e incluso la crin van adornados con diferentes motivos dorados, llevándose a cabo su realización mediante el método de modelar la cera sobre un núcleo de arcilla.
El bronce fundido vino a reemplazar solo a una delgada capa y de esta forma el resultado nos ofrece la imagen de dos fondos que, ambos ligeros, unidos por un anillo que les envuelve.
No obstante su moldeado lo fue en formas primitivas, apreciándose cierta simetría, en los ojos, dispuestos de forma frontal, con las orejas levantadas y las patas traseras ligeramente más grandes que las delanteras.


El  taller en el que se construyó este carro realizó una obra de total reconocimiento, pues está considerado como una de las piezas más interesantes de la Edad de Bronce, no solo por su valor artístico, sino por el profundo conocimiento astronómica que revela la obra en cuestión, y que nos avala en la creencia de que es la muestra de una cultura en una sociedad más avanzada de lo que se piensa. Ello lleva a la conclusión que la construcción de esta obra lo fue por parte de unas manos expertas, en un taller con grandes conocimientos y que disponía de los medios adecuados.



En la actualidad la obra se encuentra en el Museo Arqueológico Nacional de Dinamarca que se encuentra en Copenhague.



BUEN DÍA A TODOS

PURA KASTIGÁ

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Directorio Hispano de las Artes

Fuentes: Wikipedia.
www.artehistoria.com
Los secretos del Universo en
100 símbolos. Sarah Bartlett.

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